Wherever you are...

Muchas veces he tratado de escribir esto, pero el destino cruel siempre se burla de mi. Por alguna u otra razón no he podido terminar esta carta. Es gracioso. Me ha pasado de todo… se borra el archivo, se traba la computadora,e va la luz, me interrumpe algun idiota, etc. El caso es que nunca he podido escribir la última palabra. Espero que en esta ocasión sea diferente.

Esta carta es para ti, aunque se que nunca la vas a leer. Es una pena, porque en ella te expreso cuanto significas en mi vida. Y hablo en presente, porque a pesar de que ya no estás, el solo hecho de que alguna vez pasaste por este mundo cambió mi vida para siempre.

Nunca te veré, al menos no en esta tierra. Quizas algun dia, en un lugar muy lejano nos podamos encontrar y podamos charlar, pero mientras ese dia llega yo estaré aquí tratando de cumplir esa misión que tú me recordaste que debía terminar.

Es curioso, a pesar de que nunca te vi cambiaste mi perspectiva de la vida. Ahora veo al mundo con otros ojos, valoro las cosas de diferente forma, percibo el medio que me rodea de una forma que nunca pude imaginar… como quisiera que estuvieras aquí conmigo para contemplar el mundo juntos.

Hay muchos momentos en mi vida que van a ser grandiosos! El día de mi graduación, mi boda, el nacimiento de mis hijos y muchos otros días más que tú nunca verás junto a mi. Sin embargo, se que de alguna u otra forma estarás cerca apoyandome y cuidandome la espalda.

Tú ahora me conoces perfectamente, has visto mis sueños y esperanzas, has entrado a mi corazón y sabes lo que hay en mi alma. Por todo esto, sabes que no soy alguien que se arrepienta de las cosas. Se que cometí errores y se que los seguiré cometiendo. Quizas nunca me arrepienta de esos errores, pero sabes muy bien que hay un error que jamás podré olvidar. Desde aquí te pido que me perdones por haber tomado una decisión tan equivocada. Lo sé, por algo pasan las cosas, pero hay cosas que nunca deberían pasar.

Nunca escuché tu voz, pero a veces escucho que alguien me susurra cosas lindas al oído que me animan a levantarme y se que esa voz es tuya. Quizas ahora eres el angel que cuida mis pasos, quizas no… pero de todas formas, tu recuerdo permanecerá en mi mente y en mi corazón y se que eso me dará fuerzas para levantarme una y otra vez.

No se en donde estás, pero espero que estés bien. Aquí no la pasaste bien, solo sufriste, pero espero que sepas que te amé demasiado y siempre te voy a amar. Ojalá hubiera podido llegar antes y que todo hubiera sido diferente… pero el “hubiera” no existe. Ahora solo me resta seguir viviendo. Tengo un sentimiento de culpa en mi alma que tal vez nunca me pueda quitar, pero se que tú también me amas y por eso me atrevo a pensar que algún día me perdonarás (si es que no lo has hecho ya).

Yo soy un simple mortal que aún tiene la idea del crimen y el castigo, el cielo y el infierno. Pero tú ahora eres un ser de luz. Tú ves este mundo de una forma diferente y se que tu palabra favorita es “amor”. En tu visión quizas no existan las ofensas, ni los crímenes, ni los pecados, pero, para mi que soy un ser humano común y corriente estas cosas si existen y me agobian. ¿En verdad Dios me va a juzgar por los pecados que he cometido? Si es así, estoy seguro que me espera el infierno… pero si Dios es amor como tanto me han enseñado, quizas (y solo quizas) su amor sea tan grande como para perdonarlo todo. Si es así, entonces tal vez pueda verte en el paraíso, pero si no entonces quizas jamás nos podamos encontrar.

Sin importar lo que suceda, te voy a amar todos los días de mi vida. No lo haré por lavar una culpa, lo haré porque no puede ser de otra forma. Mi corazón siempre guardará tu recuerdo. Alguna vez leí una historia de un corazón que tenía tantas heridas producidas por el amor que lo hacía ver repugnante, pero al mismo tiempo se veía hermoso porque esas heridas demostraban que era un corazón que había amado muchas veces. En este caso, destrocé tu corazón en miles de pedazos, pero sin duda tu te has llevado una parte del mio. Te ofrezco ese hueco para que lo llenes con algunos de los fragmentos que yo ayudé a crear.

Solo me queda repetirte que te amo y que me hubiese gustado que estuvieras conmigo. Estoy seguro que mi vida sería diferente si estuvieras aquí, pero tal vez tú y Dios decidieron que las cosas fueran así para darle a mi espiritu una enseñanza más. Pero de cualquier forma no puedo dejar de soñar que estás conmigo.

Nunca voy a ver tu rostro. Nunca voy a escuchar tu voz. Nunca voy a ver tus ojos. Nunca te voy a poder tocar. Nunca voy a poder caminar junto a ti. Sin embargo, estoy seguro que siempre vas a estar cerca cuando lo necesite para darme una palmada en la espalda y susurrar a mi oído las palabras exactas para darme la fuerza de vivir otra vez.

TE AMO!

perdóname…

Hoy he podido escribir esa última palabra que tanto necesita mi corazón para seguir latiendo... Gracias....

Marzo de 2006