jueves, 19 de febrero de 2009

Huele a Llanto

Ojala que aquel abrazo no acabara con suspiros,
ojala que aquellos besos fueran más que acto reflejo,
ojala que el tiempo juntos fuera más que un simple rito,
ojala fuera feliz en este encuentro…

Y sin embargo vivo en cuentos pues tus besos son fingidos,
y aquel abrazo se limita a ser el roce de los cuerpos,
te son eternos los momentos que apenas y compartimos
ojala fueses feliz cuando nos vemos…

Y sin embargo no me aparto, aun sabiendo aquel destino
sé que acabará con lágrimas el sueño predilecto,
sé que llegará el momento en que secciones los caminos,
pues no me quieres como te quiero…

Y mientras tanto, huele a llanto, el silencio en que te miro
sabe a pena tu mirada, que me engancha a un mundo muerto
pues ya llegará el momento en que se partan los caminos,
si es lo que buscas, dame fin presto…

Y si aun recuerdas el encanto que algún tiempo atrás vivimos,
tenlo siempre muy presente, pues se fueron esos tiempos,
sabe a sal el recordarlos, huele a llanto el aire fino
en que se pierde tu aroma, en que se pierde lo nuestro….
-
Nota: Este Poema es de Khalion, me pidió que lo subiera.

lunes, 16 de febrero de 2009

Sin título

Hola a todos. El día de hoy les dejo un pequeño intento de poesía. Khalion, esperaré a que dejes tu opinión al respecto antes de escribir la interpretación que le dí a Pablo. Por cierto, podrías decirme que recurso literario estoy usando en este escrito? Pablo y yo no pudimos recordarlo.


Huelo a muerte…
En las mañanas tiernas
Y en el pasto del jardín,
Huelo a muerte…

En cada esquina
Y tras cada calle,
Huelo a muerte…

Bajo la sombra de los árboles
En medio de los matorrales,
Huelo a muerte…

En medio de la gente
Y en medio de la nada,
Huelo a muerte…

En el viento de la tarde
En las nubes de tormenta,
Huelo a muerte…

En los nidos de las aves
Y dentro de los hogares,
Huelo a muerte…

En los rincones oscuros
En los campos iluminados,
Huelo a muerte…

Bajo la luz de la luna
Y ante el titilar de las estrellas,
Huelo a muerte…

Cuando cierro los ojos
Y vivo entre sueños,
Huelo a muerte…

Al pasar de las horas
mientras se acerca la mañana;
Cuando todo cambia
Y la tierra se renueva,
Abro los ojos…
Y al mirar dentro de mi alma,
nuevamente …
huelo a muerte.

martes, 3 de febrero de 2009

Desde Otros Ojos (Parte 1)

sé que tal vez este no es el especial que todos desearían leer, sin embargo es uno que en lo aprticular em llamó mucho la atención y tuve el deseo de desarrollar, sin más preámbulo presento ante ustedes esta historia, narrada literalmente desde otros ojos... inspirado en lo absurdo de algunos juegos de rol...

2 de Febrero

ERIKA

Erika —Hola, tú eres Miranda ¿Verdad?, ¿Me recuerdas? Soy Erika, estudiamos juntas en la secundaria. Supe que estuviste viviendo en otra ciudad.Hacía años que no te veía, por poco y no te reconozco. De veras que cómo ha pasado el tiempo…

Por aquí todo va bien, la ciudad ha crecido mucho en los últimos años, ahora ya contamos con nuestro propio centro de convenciones que, aunque no sea tan bonito como los de otras ciudades, fue un gran aporte por parte del gobierno y, sobre todo, una derrama de recursos que a la larga nos beneficiará… ¿Lugares para salir? seguimos entre el dilema entre el bulevar y la plaza, creo que están próximos a abrir un boliche, pero no es nada seguro, lo mejor de aquí es salir con los amigos de antro, beber y bailar, total que ya contamos con la mayoría de edad.
¡Ay Miranda!, de veras que creí jamás volver a verte, que bueno que estés de nuevo aquí, sé que vamos a vivir muchas cosas nuevas en este semestre que comienza…


VALERIA

Erika — Mira, ahí viene “Vale”, te la voy a presentar. ¡“Vale”!

Valeria — ¿Qué pasó amiga? ¿Cómo estamos?

Erika — Bien, bien, pero ven, te quiero presentar a alguien: ella es Miranda; Miranda, te presento a mi amiga Valeria.

Valeria — Mucho gusto Miranda, nunca en mi vida te había visto, no eres de aquí ¿Verdad?, ¿De dónde vienes?

Erika — Miranda es una compañera de la secundaria, estudiamos juntas en la “técnica 69”; al graduarnos ella se fue a estudiar el bachillerato a Coatzacoalcos porque su papá fue trasladado a trabajar ahí, ahora que su viejo se jubiló volvió, pudo revalidar las materias del primer semestre y ahora estudiará con nosotras, bueno, algunas horas al menos, porque su horario quedó quebrado. Tomará algunas clases en la mañana y otras en la tarde.

Valeria — Uy que mal… con lo horrible que es ir a la escuela, como para estarlo haciendo dos veces al día. Pobrecita de ti, te fue mal, aunque por otro lado conocerás a más chavos…

Erika — Sí, eso será lo único bueno, en fin… ¿Les parece si vamos a dar una vuelta a la plaza?

Valeria — Por mí está bien, no tengo nada mejor que hacer. Acabo de pelearme con mi novio porque es muy hostigoso, siempre quiere estar a mi lado y me cela mucho; lo mantendré castigado un par de días, para que en San Valentín me dé un regalote.

Erika — OK, entonces vayamos. Vente Miranda, vamos a viborear niños guapos.

LA PLAZA

Erika — ¡Mi vida!, ¡¿No es ese el peluche más hermoso que hayan visto?!

Valeria — ¿Bonita esa cosa?, está horrendo, para empezar no me gustan los peluches, ¿Tú que opinas, Miranda?

Erika — ¿Verdad que está bonito? Bueno, vamos a ver que más encontramos.

Valeria — Oye Eri, ¿Esa de allá no es Katia?

Erika — Si, si es Katia, ¡Maldita niña fresa!, ¡Cómo la odio!

Valeria — Se cree la señorita perfecta sólo porque siempre saca las más altas calificaciones, porque es delgada y su cara no tiene ninguna imperfección…

Erika — Si, y esa voz de niñita mimada no sabes cuanto me irrita, lo peor es que cómo atrae a los hombres. Pobre de ti Miranda, vas a tener que soportarla toda la bendita mañana.
Valeria — ¡Uy de veras!, que te tocaron clases en la mañana.

Erika — ¡Uf!, y con lo insoportable que es, seguramente va a ir a tu silla y te sacará plática, ella siempre quiere llevarse bien con todo el mundo, ¡Pinche vieja arrastrada!, como ni tiene amigos…

Valeria — Pues se ve que no es tan mala persona, yo no le hablo porque ella no me habla.

Erika — Pues yo no le hablo por fresa, aunque me hablase la ignoraría; le coquetea a todo hombre que puede ¡Es una zorra!; se cree que con sólo una sonrisita ellos van a caer, lo peor es que a la mayoría de esos estúpidos les gusta, ¿Qué le ven?, ¿Qué no se dan cuenta de lo que en realidad es?...

Valeria — Los hombres son animales, amiga.

Erika — Si, son unos tontos; bueno, todos menos Govinda, él es un caballero en toda la extensión de la palabra, aparte de eso, es guapo y educado, es un amor.

Valeria — Pues mi Dante si es una bestia, pero así lo quiero, porque a pesar de todo es mansito. ¡Uy, este disco me encanta!, ya sé lo que quiero para el catorce. Y… si tanto te gusta ese tipo… ¿No ya deberías comenzar a hacer algo?

Erika — Eso quiero, nos llevamos muy bien y parece que no me mira con malos ojos, pero no sé… tengo miedo…

Valeria — Si te apendejas te lo van a ganar, sé lo que te digo…

Erika — Sí, lo sé, pero no sé que decirle, ¿Cómo le hago amiga?

Valeria — Podrías decirle que te acompañe a algún lugar, sólo porque quieres comprar algo o nomás porque no quieres ir sola, no creo que te diga que no.

Erika — Tienes razón. Creo que lo pensaré. ¡Ay!, ¡Mira qué tarde es!, tengo que llegar a mi casa para ayudar con la limpieza a mi mamá. Nos vemos luego amiga, adiós Miranda.

Valeria — Chao, amiga, piénsale bien. Yo llevaré a Miranda en mi coche, su casa me queda de paso. Vamos Miranda, yo también tengo que llegar temprano.

CAMINO A CASA

Valeria —Ah esa Erika, ojala se le haga con ese niño, hace mucho que no sale con alguien, quedó muy decepcionada después de su cuarto intento, todos resultaron ser unos perfectos patanes: El primero de ellos le puso el cuerno con una amiga que ella estimaba mucho; el segundo sólo salió con ella para darle celos a otra chava, lo logró; el tercero simplemente le pidió que fuese su novia y nunca más le volvió a ver, sus amigos dijeron que se había ido de la ciudad, pero más tarde nos dimos cuenta que eso fue mentira; el cuarto de ellos fue el peor, no sólo era un amargado mal hablado, aparte era celoso como pocos, siempre estaba peleando con ella, a decir verdad no sé qué le vio, Erika siempre estaba con una cara de tristeza a causa de sus repetidos pleitos hasta que un buen día fue a mi casa a llorar, según su versión: él le llamó por teléfono para terminar la relación, simplemente porque sí. Ahí me ves tratando de consolarla diciéndole que algún día encontraría a alguien (Erika no es fea, aparte, tiene carisma), le decía que se controlara, que aquel tipo era un ciego y seguramente lo olvidaría pronto; a los pocos días dio por concluido ese episodio de su vida, se dio cuenta que podía ser feliz sin él y volvió a sonreír, pero ahí no termina todo, aquel desalmado volvió implorándole lo perdonara, mi amiga tiene un buen corazón, pero jamás creí que lo hiciera, aunque hay que aceptarlo, no es de lo más brillante y es un poco atravesada, además, estaba enamorada, ese fue su error: enamorarse de alguien que no lo merece, ese es el error más común que cometemos las mujeres, el sólo tener ojos para quien nos hace sufrir; el caso es que lo perdonó y se repitió la historia, de aquel maldito ya nada se supo, no hace mucho creo que se casó, pero no, la neta no sabría decir que fue de él.
No entiendo porque los niños a veces son así de falsos, creen que nos importa mucho la actitud esa de garañones, ¿Qué no se dan cuenta que una chava lo que busca es alguien que la haga sentir bien, protegida? ¿Por qué se empeñan tanto en lucir como auténticos machos en lugar de tan sólo procurarnos una sonrisa, unas palabras dulces, un abrazo y un beso de vez en cuando? Digo… esta bien que algunas veces si los necesitamos fuertes y dominantes, pero la mayoría del tiempo necesitamos alguien con quien podamos estar a gusto, alguien con quien puedas compartir tus sentimientos sin temor, alguien que tan sólo escuche, ya no un consejero, sino alguien con quien puedas desahogarte y que soporte nuestros cambios de humor, y claro, si está guapo mucho mejor… ¿No lo crees?

Esta es tu casa, ¿Verdad?, bueno Miranda, te dejo, nos vemos mañana en clases.